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Drako: reset! Cap. 21

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Drako: reset!

Capítulo 21 - Las verdaderas intenciones de Tempestuous



La batalla en Drako continuaba. Era un encuentro sin precedentes, el nuevo tiburón y el perverso dragón se daban golpes con todo. Por un lado, Sharkalino golpeaba fuertemente a Tempestuous y lo rasguñaba con sus fuertes garras palmeadas. Por el otro, Tempestuous se defendía y arremetía contra el tiburón, a punta de sendos impactos de sus brazos de garrote. Hasta intentaban atacarse a mordiscos, era de suponerse que el encontrón tuviera tanto de lo uno como lo otro. En fin, iban muy parejos hasta que algo extraño ocurrió: los cristales de Sharkalino empezaron a parpadear, cada vez más fuerte. Fue tal el resplandor que Tempestuous quedó un poco aturdido por el estrobo, así que dejó de atacar y se cubrió los ojos. “Err… Tiburón endemoniado, ¿Qué le pasa a tus cristales? Es la primera vez que veo una reacción de esa clase… No veo nada…” Y aprovechando el descuido de Tempestuous, Sharkalino decidió darle un último golpe con todas sus fuerzas, noqueándolo prácticamente. “¡No te atrevas a destruir mi dimensión! Hagas lo que hagas, estaré más vivo que nunca. Aún no ha muerto el líder de Drako, señor…” Sin más remedio, Tempestuous se limpió el hocico después del certero puñetazo. “Esto no ha acabado. Ya veremos cuánto tiempo más crees seguir con vida.” Y así, desapareciendo del lugar, Tempestuous amenazó con regresar a destruir a todo aquel que se interpusiera en sus próximos planes. Sharkalino suspiró y luego emergió del agua. Buscó un lugar que no estuviese inundado, mientras observaba sus cristales. “Seguramente puedo transformarme en dragón. Tal vez por eso parpadean mis cristales. Espero que funcione…” Así pues, el tiburón se transformó en Auralino, significaba que la forma tiburón ya estaba asimilada por su cuerpo. En cuanto Auralino regresó a su forma habitual, la tormenta cesó y el cielo se despejó poco a poco. Los riachuelos que quedaban en Drako se fueron consumiendo lentamente. Incluso la hierba se hizo más verde, la tierra recuperó parte de la fertilidad. Y la roca que había en todo lado se secó muy pronto, a la vez que se hacía más dura. Los drakianos vieron que el peligro había pasado y salieron lentamente de sus refugios. En ese entonces, Deivol apareció y corrió a saludarlo. Se había refugiado muy bien pero se arriesgó a morir por tratar de encontrar a su hermano. “¡Estás de vuelta, Aurie! Creí que no estarías bien… Cuando cesó la lluvia, me alivié bastante porque era una señal favorable. ¡Qué bueno que estás bien, hermano!” Y así, se lanzó a abrazarlo. Posteriormente, ambos fueron a buscar a Cattleya y a Timothy en la mina, además del pequeño Quilmer. Después de unos minutos del encuentro, pudieron tranquilizarse; en esas, Auralino les avisó a los presentes: “Amigos, tengo que solucionar algo. Vayan a la Tierra, intenten contactar a todos los que puedan. Tendremos que hablar pronto, ya los alcanzaré.”
Auralino se marchó de la mina para cumplir con lo que los tiburones del Punto Zafiro le pidieron. En cuanto llegó, se encontró sorpresivamente con Energius y Duo. Ambos se habían quedado en el punto a hacerles compañía a los ‘invitados’… “Hasta que llegas, ¿Sabes cuánto tiempo tuve que aguantar hasta que escampara? Aunque tus amigos nos acogieron en el punto…” Le dijo Energius. Luego, habló el tiburón más alto. “Veo que tu nueva forma de tiburón se ha asimilado. Ahora podemos hablar con más calma: me llamo Squaler, vengo de Terrazoa en compañía de mi hermano Sharker. Nuestra dimensión está en paz, desde que tú fuiste a protegerla en esa ocasión… y vimos que luces muy diferente a lo que eras antes. Cómo cambian los tiempos.” Dicho esto, Auralino trató de hacer memoria y de repente recordó a lo que Squaler se refería. “Por supuesto, era la primera evolución que tenía. Ahora los recuerdo mejor, incluso eran enemigos--” Al tocar esa parte, Sharker intervino. “Mejor que no sigas, Auralino. El pasado es una experiencia y no debe ser evocada en todas las ocasiones. Sobra advertirte que no reveles nuestra presencia a nadie más. Energius y Duo se comprometieron a estar en silencio, tú también debes cumplir. ¿Entendiste?” A lo que Auralino respondió, asintiendo la cabeza. “Sharker y yo decidimos estar por un tiempo en tu dimensión, debido a que es el único lugar que tiene zafiros puros. Pronto volveremos a nuestra casa, no sin antes velar por que todo esté en calma, aquí. Por eso te ayudamos con tu forma tiburón, para que puedas vencer a Tempestuous. Además, cuenta con nuestra ayuda de antemano… por lo que logramos percibir, ese tal Tempestuous es un hueso duro de roer.” Concluyó Squaler. Duraron un rato conversando, aclarando los alcances de la forma tiburón y acordando en no revelar la presencia de los terranativos. Luego, los tres dragones regresaron a La Ciudad.
Tempestuous volvió en primer lugar al centro de La Ciudad, tomando la forma de Gerard. Iba oculto entre la gente y los drakianos que transitaban por el sector, hasta que… “¡Es él! ¡Hay que entregarlo a las autoridades!” Una mujer le gritó, a lo lejos. Los citadinos tomaron medidas y se le enfrentaron como una gran masa. Imagínense a una célula en proceso de fagocitosis, así sucedió con Gerard Black: el que antes fue el científico más importante y luego decayó ante sus adversarios, pasó a ser el más buscado por la Federación. Varios avisos de ‘se busca’ rondaban por el lugar, haciendo caer en cuenta al científico sobre lo que pasaba. “Ahora lo entiendo, ya imaginan que soy el malo del paseo… La justicia es efectiva en este lugar, pero si no me tiene en su poder… entonces aún estoy a salvo. Vamos, atrévanse a llevarme ante la Federación y haré un desastre con sus vidas.” Amenazando, Gerard empuñó el frasco de su cuello. En ese entonces, los siete Shadowarriors de alto nivel irrumpieron en la multitud. Apareciendo en medio de una explosión catastrófica cuando usaron sus poderes, causaron pavor en la muchedumbre. El líder del grupo, el Shadowarrior élite de amatista, habló: “Amo, Ekili nos ha enviado a protegerlo. Nos enteramos de lo que sucedía y suspendimos nuestros planes para sacarlo de este apuro.” La gente temblaba al oír a la perversa criatura. Gerard sonrió e hizo un anuncio. “Excelente, veo que ella está recapacitando. Y bueno, como les dije a todos: intenten acercarse a mí y tendrán un desagradable destino como retribución. Ahora que conocen a mis nuevos secuaces, no los dejaremos en paz. Cuídense mucho, porque ellos irán a destruirlos cuando se conviertan en drakianos. ¡Cuídense totalmente, si no quieren morir por la destrucción de sus cristales!” Con una seña de su mano, Gerard ordenó su salida del lugar. Los Shadowarriors élite desaparecieron junto a él, dejando a los citadinos en un inminente estado de choque. Sin saberlo, Nebulo estaba cerca del lugar y lo acompañaba Ann; vieron con detenimiento todo lo ocurrido. “Es más grave de lo que creía, Nebulo. Mi hijo tendrá problemas si se enfrenta solo a los Shadowarriors y a Tempestuous. Tenemos que reforzar mucho más el equipo.” Ann dijo con preocupación, a pesar de estar en aparente calma… “Ann, me encargaré de reunir a los guardianes de los puntos y les informaré. Además, tendremos que reforzar la seguridad en Drako; es seguro que ellos ataquen ambos lugares al tiempo. Más aún cuando el pie de fuerza de Tempestuous se hace más grande con la aparición de esos soldados Shadowarrior.”
Horas más tarde, Auralino, Energius y Duo regresaron a la casa de Groove. Fueron expresamente a contarle a Ann lo que había sucedido. Ella se sorprendió al ver a los dos hermanos juntos, una vez más. “Me sorprende que no estén peleados. ¿Y dicen que Tempestuous casi te mata cuando fuiste a Drako? Con razón tardaste demasiado. Además me preocupaste al contarme de la inundación… Veo que es en estos momentos cuando la familia se reúne para sobrevivir. Espero que sigan así.” Energius continúa la plática: “Ann, ni creas que Auralino y yo vamos a estar juntos. Sólo fuimos por él porque estaba en serios problemas y no podía escapar por sus propios medios. No te ilusiones con que volvamos a estar unidos por toda la vida… Ahora voy a volver a Drako. Quiero descansar, me duelen las patas de tanto moverme a pie, no acostumbro a volar con tanta lluvia, como fue hace unas horas…” Y en medio de su obstinación, acompañado por Duo, regresaron a Drako. En esas, Duo se despide de todos… “Saludos a los demás, nos veremos en otro momento. Hay mucha correspondencia para entregar.” Ann se quedó solamente con Auralino y terminaron de contarse todo lo que sucedió. En cuanto ella le advirtió sobre lo que Gerard dijo en el centro de La Ciudad, Auralino gruñó. “Ese miserable no nos dejará en paz de ninguna manera, y encima de todo, ha agrandado a su compañía… No sólo la tonta de su lacaya, también tenía que reforzar a sus soldados… Esto no se quedará así. Mamá, ¿Crees que logremos ganar con la ayuda de los guardianes?” Ann le puso una mano en el pecho y suspiró. “Tengamos la confianza y la seguridad de que lo lograremos. Haremos todo lo que esté a nuestro alcance, por ahora debemos continuar con nuestras vidas y cuidarnos del enemigo. Avísale a quienes puedas, acerca de lo sucedido en La Ciudad, podrían ayudarnos en un futuro no muy lejano. Y no dejes que Tempestuous se acerque a ti cuando estés solo, no sabes si puedas sobrevivir a un nuevo encuentro… sé que lo sabes.” Al final, ella lo abrazó.
La noche cayó rápidamente en La Ciudad, mientras todos sus habitantes ya estaban preparándose para dormir, una silueta se movía entre las edificaciones. Saltando de techo en techo, planeaba algo muy preciso. En su traslado, se comunicaba con Tempestuous: “Muy bien, Hydrakio… Prepárate para que el plan de acabar con Auralino sea una realidad. Ve hacia el nacimiento del río Citadino y encárgate. Nadie notará lo que pasó, evita dejar rastros.” Le ordenó Tempestuous, a través de un sonido supersónico. “Está bien. Será como usted desee, amo. Apenas notarán que muchos murieron por un simple deseo de dormir. ¿Qué planea hacer después?” Preguntó Hydrakio. “Esa parte no te la diré aún. Esperemos a que la receta funcione. Y no dejes que te descubran, serás imperceptible pero tu presencia puede ser fácilmente descubierta si atacas. Espero buenas noticias…” Tempestuous termina de comunicarse, a lo que Ekili aparece detrás de él. “Amo, ¿Todo va bien? Debería continuar con su proyecto y dejar que yo supervise los movimientos del equipo élite…” Le recomendó la iguana. “Sí, tienes razón. Me adelantaré un paso más y continuaré con mi proyecto. Si el equipo élite es vencido, nadie podrá contra lo que tengo reservado… ni siquiera el poder más alto que tenga Auralino, eso te lo aseguro.”
La amenaza de nuevos servidores de Tempestuous ha activado las alarmas de La Ciudad y Drako. Ahora, ambas dimensiones están preparándose para una nueva y peor arremetida del enemigo.

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Drako (C) Yun González. :icong3drakoheart-arts:
Quilmer (C) :iconquilmer:.
Coming soon, PDF file with illustrations.
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