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Drako: reset! Cap. 23

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Drako: reset!

Capítulo 23 - Pesadilla de octubre: segunda parte



“Huele diferente, percibo un aroma diferente al de antes… Es muy particular. ¿Soy sólo yo? Vamos, no me engañen…” Preguntó el confundido dragón Auralino. Inexplicablemente, experimentó varios cambios físicos: tenía nudillos metálicos y un espiral metálico apareció en su cola, rematando en una navaja con una forma única; su argolla había desaparecido y el pompón peludo de la cola también. Los zafiros de su cuerpo se opacaron y las alas y la piel se pusieron más pálidas de lo normal, atenuándose sus características marcas en su cuerpo. La mirada cambió por completo, volviéndose vacía y con un destellante iris púrpura. Cattleya quedó perturbada con la instigadora mirada de su dragón amado. “Estás completamente cambiado, ¿Te sientes bien?” Le preguntó con cierta inocencia… Cattleya desconocía el peligro en el que estaba. A su alrededor, todos se apartaron lentamente. Auralino se dio cuenta de lo que sucedía y siseó fuertemente. Extendió sus alas y rasgó su disfraz, al tiempo en que rugió frenético. Mostró su afilada dentadura, teñida de un fuerte color azul. No era pintura, era sangre… Grounder se percató de la explosiva reacción de Auralino y agarró a Cattleya de un brazo, seguido de una escapatoria total. “¡Cattleya, vámonos ya!” El gran equipo se escabulló por la entrada principal para escapar de las garras de ese enfurecido dragón. “No van a escapar de mí… Huele a sangre deliciosa de muchos seres… ¡Lo puedo percibir!” Y saboreándose, Auralino salió de su propia casa terrestre, rompiendo uno de los ventanales y rastreando a sus víctimas por medio de su olfato extra-agudizado. Estaba enloquecido, había perdido extrañamente la razón y apenas sabían los demás de la somnolencia masiva, tanto de citadinos como de drakianos. “Uno contra muchos y la mayoría estamos huyendo… Ahora son dos problemas que debemos resolver. ¿Alguna idea para detener a mi hijo?” Dijo Ann, sentada en el lomo de Blackwing. Estaba empecinada en usar el silbato de cinta verde para detener a Auralino, el problema estaba en el riesgo de herir a todos los que la acompañaban. “Mami, mi papi no actúa así… ¿Por qué le pasó esto?” Timothy estaba preocupado por la suerte de su padre, Cattleya intentó explicarle como podía pero estaba nerviosa por lo cerca que estuvo de ser atacada por él. “Hijo, no te preocupes… Tu papá volverá a la normalidad.” Ventivo se rezagó para distraer a Auralino, dándole oportunidad a sus compañeros de escapar. “Los alcanzo en un momento, dejen que me encargue de este vampiro…”
Ekili e Hydrakio estaban estratégicamente ubicados en La Ciudad, buscando a sus próximas presas; no tardaron mucho en encontrarlas: ella divisó a Auralino y a Ventivo en su roce, para evitar que el vampiro atacara a sus propios amigos. “Dos por uno, excelente… Me llevaré las argollas de estos dos.” Desde el suelo, mientras se acercaba a la casa de Groove, Ekili arrojó un orbe de energía de naturaleza y le asestó un golpe certero a ambos dragones. Ambos cayeron de inmediato, con la diferencia de que Auralino cayó de pie e hizo un cráter. Luego, miró con cierto enojo a Ekili. “No dejaste que atacara a ese dragón, querida… Es un punto en contra. Ahora tú eres mi víctima número uno.” Dijo el dragón vampiro. Ekili no se tomó en serio la amenaza… “Claro, ya lo dijiste… ¿De verdad crees que caí en tu juego? Por favor… Es evidente que tú no sabes bromear.” Ventivo se levantó con dificultad y le advirtió a la iguana: “Aléjate, si de verdad aprecias tu vida. Auralino no es el mismo de siempre, te hablo en serio.” A su vez, Auralino le enseñó a Ekili sus colmillos manchados de sangre azul; mientras que siseaba y miraba atentamente a ambos 'adversarios'. "Yo, Vampirean, tendré el gusto de cenar  esta noche, completamente: empezaré con la iguana como entrada y luego sigue el dragón de viento como mi plato fuerte... ¡Si sobreviven, serán mis súbditos!" Enseguida, el vampiro se abalanzó a Ekili. Ella trató de esquivarlo pero la velocidad de Vampirean Auralino era mayor, así también aprovechó para asestarle un zarpazo con sus filosas garras metálicas. A pesar de estar atrapada por los fuertes brazos del dragón poseído, Ekili usó el poder de sus cristales para crear un orbe que la salvaría de una fatal mordida. Decidida, le arrojó el orbe de energía de naturaleza al vampiro; el golpe fue fuerte aunque no apartó al dragón de su víctima. "No importa lo que me hagas, no evitarás que beba de tu sangre... Debe ser una mezcla de sangre de amatista y esmeralda, una deliciosa mezcla que fortalecerá mi ser y que a la vez te convertirá en mi súbdita." Abriendo las fauces y preparando el cuello de Ekili, Vampirean se dispuso a morder a su víctima... Sin embargo, a pesar de su debilidad, Ventivo logró evitar el que pudo ser un desastroso episodio: "Lo siento, amigo, no permitiré que dañes a nadie... a nadie, ni siquiera a tus enemigos." Arrojando una corriente de aire filoso, Ventivo hizo que Vampirean retrocediera un poco. Aunque no fue muy efectivo, el ataque le dio tiempo a Ventivo de interponerse y salvar a Ekili; aún contra su voluntad. “¡Quítame las manos de encima, dragón idiota! ¡¿Es una treta para convencerme de que tu amigo está realmente cambiado?! Pues no les funcionó…” Golpeando a Ventivo, intentó quitárselo de encima sin lograrlo. “No seas-- ¡Deja de golpearme! Rayos, armas escándalo por algo serio… Si no estuviera malherido, te detendría con un ataque de aire… Presta atención, Auralino está dominado por una energía maligna y se ha vuelto un vampiro. ¿En serio crees que te estoy bromeando? Si no, él no te hubiera agarrado así ni te hubiera intentado morder… ¡Mira no más cómo estuvo de cerca en clavarte los colmillos! ¿Acaso no viste su boca? ¿No viste que sangraba? ¿Qué más tengo que hacer para probártelo?” El dragón se notaba desesperado y nervioso. Ekili comprendió poco a poco que no estaba siendo burlada. “Bien, digamos que me estás diciendo la verdad… ¿Cómo fue que Auralino se volvió un vampiro? Está de locos… Es que—Ah, no puedo creerte, ni por que estés herido.” Vaya que Ekili era dura de convencer; teniendo pruebas irrefutables de su cercano final, le era imposible creer. Agarró a Ventivo como pudo y se alejaron más de la zona, intentando evitar el ruido o volar, para que Vampirean no los descubriera en su huida.
Por otro lado, habiendo llegado a la mina de Seventa, Nebulo y Soundwave entraron al laboratorio de Auralino. Teniendo la muestra de agua de río en sus manos, comenzaron el análisis casi que de inmediato. Nebulo se encargó de identificar lo que llevaba el agua, pasándole los resultados a Soundwave. Ambos creyeron que lo mejor para hacer el antídoto era utilizar algunas de las gemas que Auralino había guardado para emergencias. Basándose en los efectos de cada cristal, ambos prepararon cuidadosamente y con las cantidades exactas el antídoto que haría despertar a los citadinos. Aunque trabajaban hasta con las garras –literalmente-, el tiempo corría deprisa y se agotaban las esperanzas de curar tanto a las personas como a los drakianos; especialmente a Auralino. “Nebulo, ¿Crees que esta mezcla funcione? No hay tiempo para probarla…” Dijo Soundwave mientras observaba el tubo de ensayo en el que estaba la única dosis lista. “Puede que sí, pero debemos prepararnos para lo peor. ¿Cuánto tiempo tenemos?” Preguntó Nebulo. “15 minutos terrestres, exactamente… Aún no sé si alcancemos a llegar.” Soundwave se veía seriamente preocupado. A pesar de todo, hicieron lo que estaba dentro de sus alcances.
Hydrakio aprovechó la oportunidad de ir por Ann y los guardianes a la casa de Groove, en la Tierra. Usando su habilidad de escurrirse como el agua en el suelo, llegó rápidamente a su destino. Observaba desde el jardín cómo trataban de encontrar la causa del sueño de los citadinos. “Creen que lograrán despertar a toda esta manada de asquerosa gente y apestosos dragones… Pues les queda muy poco tiempo para lograrlo. A medianoche, nadie despertará. La Ciudad será la tumba eterna de los humanos y sus espíritus drakianos ligados. ¡Mi amo Tempestuous estará satisfecho con esta victoria! ¡Finalmente, conquistará ambas dimensiones!” Y mientras hablaba, desde el exterior utilizó su poder para que el agua de las tuberías fluyera con la mayor presión posible, reventando la grifería de la casa. Blackwing escuchó con claridad cada movimiento extraño dentro de la casa, advirtiendo  sobre lo que sucedería. “¡Algo anda mal con el agua, tenemos que salir de aquí!” Gritó a sus compañeros, a Ann y a Cattleya; en pocos minutos la casa se inundó por completo, casi atrapando a sus habitantes. Los guardianes, Ann, Cattleya y su pequeño hijo Timothy salieron tan pronto como pudieron, fue tan alta la salida del agua que rompió los muros de la casa, haciendo que se deshiciera como una servilleta mojada. ¡La casa quedó destruida por completo! “¡Maldición! ¿Quién fue capaz de hacer semejante barbaridad? Ahora no tengo dónde trabajar ni dónde dormir… ¡Juro que el causante de este desastre--!” Ann estaba muy enojada, gritó a todo pulmón hasta que la voz de Hydrakio la interrumpió, mientras que aparecía de los restos de la casa. “Bla, bla, bla… Una simple persona no es capaz de destruir a un Shadowarrior, mucho menos tú podrás acabar con uno de élite; o sea, yo. Me llamo Hydrakio, soy uno de los atentos servidores de Tempestuous y estoy aquí para acabar con sus vidas. Esperen, ¿Dónde están los otros guardianes y Auralino? Se supone que les quitaré las argollas a todos, ¿Cómo lo haré si no están completos?” Hydrakio se sorprendió de ver a unos cuántos drakianos acompañando a Ann, no se imaginaba que hacían falta. “¡No harás nada, cobarde! Y me atrevo a decir que tú estás detrás de lo que le ha pasado a los citadinos y a mi querido Auralino… ¿O no?” Intuyó Cattleya, señalando a Hydrakio. Entonces, el enemigo esbozó una sonrisa y miró hacia un lado. “¿Y qué, si así es? No veo que hagan lo posible para salvarlos. Además, el tiempo está acabándose… A las 12:00, todos los que bebieron del Río Citadino morirán. Su sueño será el punto final de sus vidas.” Ann no resistió más, armándose de coraje se lanzó hacia Hydrakio e intentó golpearlo; con tan mala suerte que él la esquivó sin ningún problema. Luego, agarró a la pobre Ann de su cabello y le habló en la cara: “Te dije que no eres capaz de acabar conmigo… Hmmm, veo algo especial en ti, ¿Acaso tienes que ver con ese dragón azul? Porque algo me dice que sí… Es más, me servirás de mucho.” Nadie creía lo que veía: Hydrakio estaba secuestrando a Ann. Ella forcejeaba para soltarse pero el Shadowarrior Élite no la soltaba para nada. Lumina dio un paso al frente y miró fijamente a Hydrakio. “Ey, déjala en paz. Ella no tiene que ver en esto, es una persona que no puede defenderse como nosotros. Suéltala y solucionemos nuestros problemas en otro lugar.” A lo que Hydrakio respondió con total firmeza: “en tus sueños, esta criatura será mi rehén y así atraeremos al líder máximo hacia su fin… Ustedes no se atrevan a acercarse porque…” Mientras hablaba, hizo que su cola se convirtiera en una puntiaguda lanza y apuntó hacia la garganta de Ann. “…su amiga quedaría reducida a un frío cadáver.” Ann estaba en un problema muy grande, seguía intentando liberarse. “Vamos, llévame si quieres pero nada hará que mi hijo caiga en su trampa. Así me mates, Auralino seguirá siendo el líder máximo.” Y qué ‘coincidencia’, al haber mencionado a su hijo, Vampirean apareció en el cielo. Estaba buscando a Ekili y a Ventivo, hasta que la presencia de sus nuevas presas lo distrajo. Sin tener idea de lo que pasaba, se arrojó en picada para atacarlos. “¡Ya regresó, y sigue muy enojado como vampiro!” Deivol alertó, haciendo que todos se agacharan al ver a Vampirean en picada. Ann también lo vio, dejando caer pocas lágrimas por la tristeza de la fortuna de su amado hijo. Hydrakio no dejaba de sostener a su cautiva. “¡Ya llegaste, dragoncito! Veo que el agua te afectó de forma extraña… Muy bien, aun así vas a quedar condenado a ser un temible vampiro, por lo que no necesitarás de tu argolla dorada… ¡Ven y dame tu preciado símbolo de poder!” Vampirean atendió la orden de Hydrakio, con un porte de indiferencia. “Qué, ¿Esta cosa?” Dijo mientras miraba su cola con el adorno. “Pero si no es una argolla… ¿De qué te servirá si es parte de mi cuerpo? Mejor déjame probar tu sangre. Así calmarás mi sed.” Cuando llegó a él, y viendo que retenía a Ann, se detuvo. Luego, Grounder le gritó. “¡Auralino, tu mamá está retenida por Hydrakio! ¡Trata de volver a la normalidad y sálvala!” Y así pues, todos sus amigos le intentaron convencer de que recordara quién es en realidad. Vampirean los miró de nuevo y empezó a dudar. Algo impedía que se acercara a Ann, algo dentro de su mente le decía que él no era en lo que estaba convertido.
Faltaban cinco minutos para la medianoche, la gente se estaba enfriando en todo lugar; el agua estaba a punto de surtir efecto por completo. Afortunadamente, un portal dimensional se abrió cerca del nacimiento del Río Citadino. Nebulo llegó en primer lugar y llevaba un frasco en su mano izquierda. Luego salió Soundwave con un frasco más grande y a su vez el portal se cerró. “Voy a buscar a Auralino, ya no queda tiempo para ensayar otra fórmula. Haz que el río se limpie con la dosis que tienes, sé que funcionará.” Le dijo Nebulo a Soundwave. Él asintió con un gesto y esparció el antídoto en la fuente de agua. Cuando cayó la primera gota del líquido, el agua dejó de ser intensamente brillante y recobró su apariencia natural. Todo el río empezó a volverse normal. Luego, usando el poder de aire proveniente de sus cristales de ónice, creó una tempestad con una parte del agua del río, volviéndola rocío y dispersándola por toda La Ciudad. La fina lluvia empapó los rostros de la gente agonizante, a pocos minutos de su triste final. Poco a poco los citadinos fueron despertando, sin recordar ni una parte de lo sucedido. Mientras tanto, Nebulo se dirigió hacia el más seguro punto donde encontraría a Auralino: su propia casa.
En las ruinas del que fue hogar de Groove, la tensión aumentaba. “No serías capaz de morderme, soy un ser hecho de agua, ¿Comprendes, dragoncito? Y tu querida madre está en mi poder, como un seguro de vida si llegas a hacerme daño…” Hydrakio dejó muy claro lo que sucedía, haciendo que por primera vez en esa tensa noche, Vampirean reconociera a los suyos. “¿Dijiste… mi madre? N-no puedes estar hablando… en serio. No te atreverías-- ¿Cómo puedo sentir compasión? ¿Por qué tengo esa extraña sensación de piedad? ¡¿Qué me está pasando?!” Como si se tratara de un milagro, la sutil lluvia que Soundwave hizo empapó a Vampirean y a los que lo rodeaban en ese lugar. Ekili y Ventivo, estando apartados del nacimiento de río –exactamente en el parque  de La Ciudad-, también fueron alcanzados por ese rocío. “¿Lluvia a estas horas? Qué raro, si el cielo está despejado…” Dijo Ventivo. Cuando le iba a preguntar a Ekili por lo que sucedía, ya había desaparecido.
Nebulo ya estaba llegando a lo que era la casa de Auralino, se preocupó al ver las ruinas y se alivió al ver que el rocío de antídoto retrasaba el poder del agua contaminada. Apenas vio a Vampirean en su duda, le lanzó el contenido del frasco que llevaba. “¡Es hora de tu regreso, amigo!” El antídoto untó toda la cara de Vampirean, haciéndolo rugir de ardor por el efecto curativo de la sustancia. Al ver esto, Hydrakio se quedó atónito, bajando la guardia y liberando a Ann. El plan de Tempestuous para destruir a Auralino había fallado una vez más.
Cuando las esperanzas se agotan y un trágico destino se avecina, aparece la cura para la terrible afección. Aunque... eso no significa que el mal deje de hacer de las suyas.

Previo: capítulo 22.
Previo: capítulo 24.

Do you wanna read it in English? Help me to translate it, please. :)

Drako (C) Yun González. :icong3drakoheart-arts:
Coming soon, PDF file with illustrations.

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Zvier's avatar

Después de mucho tiempo sin leer el relato, llega nuevo capítulo. XD Qué bueno que sea así, pero, hummm... Es extraño, siento que le falta algo, no sabría decir qué es. No me entusiasma tanto como antes, quizá porque estuve leyendo medio par de libros y la forma de narrar es más detallista, pero no larga. Diría que es más diferente a tu forma de narrar y me acostumbré a eso.


Insisto, igual me gusta y sería genial una obra audiovisual, creo que encajaría mejor. XD